Robert J. Sawyer. Foto de Adrià Guxens |
Traducción al castellano de Nua Watford
Sólo hace falta cruzar unas
cuantas frases con Robert J. Sawyer para darse cuenta que es un pozo de
conocimiento. También se nota que es profesor ya que no abandona un tema hasta
que lo ha entendido del todo. Ahora bien, por como va vestido –lleva una
camiseta oriental con un dragón dorado– nunca dirías que este es uno de los
pocos escritores que han ganado los tres premios más prestigiosos de la
literatura de género –el Nebula, el Hugo y el John W. Cambell Award– sino otro
fan más que ha venido al Festival Celsius 232 de Avilés para conocer a sus
ídolos. Pero es que para Sawyer lo importante es el contenido, las metáforas
que puede esconder un libro. Por esto defiende que la ciencia ficción debería
nombrarse ficción filosófica, porque te plantea preguntas.
Adria’s News habla con este
escritor canadiense que está muy orgulloso de ser el primer autor de ciencia
ficción en tener una página web. “Por esto tengo el dominio más guay de todos”,
dice, refiriéndose al portal www.sfwriter.com.
Es una entrevista que acaba él mismo preguntándome una cosa a mí: “No tendrás
un coche por casualidad, ya que a Steven Erikson, mi mujer y yo nos encantaría
acercarnos al Museo Jurásico de Asturias…” Una adicción al saber y al
conocimiento que en el caso de Sawyer parece no tener límites.
Muchos
se refieren a ti como el decano canadiense de la ciencia ficción. ¿Sientes que ese
título conlleva cierta responsabilidad?
La CBC fue quien primero me llamó así y sí, creo que
viene con ciertas responsabilidades. He formado parte activa de la lucha a
favor del reconocimiento del valor que tienen la ciencia ficción y la fantasía
por parte de los diversos consejos de las artes existentes en Canadá. A
principios de año escribí un artículo de opinión en el Ottawa Citizen, que es
el periódico de circulación más amplia de la capital canadiense, en el que
discutía cómo el Consejo de las Artes de Canadá ha ignorado la ciencia ficción
sistemáticamente, incluyendo mi propia obra; en mi caso, durante casi 20 años.
Afortunadamente
esto ya no es así.
No, ahora tengo suerte de contar con una plataforma,
de tener voz en el escenario nacional de Canadá, y creo que tengo la
responsabilidad de recordar al pueblo y al gobierno canadiense que tenemos
escritores de ciencia ficción y fantasía de primera clase en el país. He pasado
mucho tiempo como mentor de autores jóvenes emergentes de ciencia ficción y
fantasía. Ahora mismo estoy trabajando con una escritora nativa canadiense. La
ciencia ficción ha marginado a nuestra gente nativa, así que ella está
marginalizada como mujer, como nativa y como escritora de ciencia ficción.
Elegí ser su mentor porque, como diría Peter Parker: “un gran poder conlleva
una gran responsabilidad”.
Eres
uno de los pocos escritores que han ganado los tres premios principales del
mundo de la ciencia ficción: el Hugo, el Nebula y el John W. Campbell Memorial
Award. ¿Esperabas ganarlos?
El primero de ellos, el Nebula, lo gané en 1996 y,
aunque me encantó ganarlos todos, ese fue el que cambió mi vida. De la noche a
la mañana pasé de ser una promesa a un nombre establecido que vendía
ejemplares. Cambió mi situación económica. Había sido escritor de ciencia
ficción a tiempo completo durante unos cuatro años, pero llevaba una vida
marginal. Ganar el premio Nebula lo cambió todo. Mis ingresos en América se
duplicaron, en Japón pasé a ganar cinco veces más… Desde entonces no me he
tenido que preocupar para que se publicaran mis libros o por tener un público.
Después gané el Hugo y, finalmente, el John W. Campbell Memorial Award. Sin
duda fue genial ganarlos, pero el que cambió mi vida fue el Nebula.
Compromiso “Tengo
la responsabilidad de recordar al pueblo y al gobierno canadiense que tenemos
escritores de ciencia ficción y fantasía de primera clase en el país”
Cuando
eras más joven querías ser paleontólogo. ¿Qué te atrae de esta profesión?
Toda mi vida me han fascinado los dinosaurios. Mi
amigo Robert Charles Wilson, otro escritor de ciencia ficción canadiense que
también ha ganado el Hugo, dice que sigo manteniendo mis fascinaciones
juveniles: dinosaurios, ciencia ficción, pizza y leche con chocolate. Creo que
tiene razón [Risas].
Son
buenas fascinaciones.
¡Son geniales! Pero a mí me llaman la atención los
dinosaurios por la misma razón por la que me llamaba la atención la ciencia
ficción: porque son una forma de vida alienígena. Cuando yo era niño no
teníamos ni idea de que este parque [la entrevista se está realizando en un parque
de Avilés] estaba lleno de dinosaurios porque en los 60’ no sabíamos que los
pájaros eran dinosaurios. Pensábamos que esas increíbles criaturas vivieron y
murieron posiblemente por una catástrofe cósmica, lo que luego se confirmó.
Eran alienígenas en todos los aspectos, no como cualquier otra cosa que pudo
sobrevivir. Me gusta investigar e ir construyendo el puzle gracias a los restos
fragmentarios y las sutiles pistas en los fósiles, averiguar cómo pudieron
haber sido su fisiología y estilo de vida. ¡Todavía me fascina! Mi amigo Steven Erikson, a quien entrevistarás después, es arqueólogo, ¡es lo mismo! Es una
fascinación por civilizaciones y formas de vida que fueron pero ya no existen.
Esto crea una duda muy importante: ¿Por qué tenemos la suerte de existir?
Nosotros
tenemos suerte de existir pero has mencionado también a los alienígenas. ¿Crees
que existen?
Absolutamente.
¿Contactaremos
con ellos este siglo?
Esa es una pregunta diferente [Risas]. Hay unos 400
billones de estrellas en nuestra galaxia y hay billones o trillones de
galaxias. Parece muy probable que haya vida en algún otro lugar del universo;
que una pequeña cantidad de planetas haya llevado a vida inteligente. Incluso
sospecho que puede ser en el sistema solar: en Marte, en los océanos de Europa,
¿sabes? Bajo la superficie. Así que no creo en alienígenas porque no hay
evidencia empírica de su existencia, pero creo que es muy probable que existan.
Creo que sí vamos a contactar con ellos va a ser este siglo. Detectaremos una
señal inteligible o habremos hecho suficientes estudios como para determinar
que estadísticamente es probable que estemos solos. Ambas respuestas son
sorprendentes, pero sí que creo que tendremos una respuesta antes de que acabe
el siglo.
Ciencia Ficción “Su
trabajo no es predecir el futuro, sino presentar todas las opciones para que
podamos decidir qué futuro queremos”
Cabe
destacar en tu obra la intersección entre ciencia y religión. ¿Por qué te atrae
esta mezcla?
No sé cómo es aquí en España, pero en los Estados
Unidos, en particular, hemos visto retroceder a una nación que era la más
avanzada del siglo XX. Estamos cambiando al hombre en la luna y la energía
nuclear por una nación supersticiosa que demoniza la ciencia y los científicos.
La Tierra se encuentra al borde del abismo de su existencia debido al cambio
climático, que indiscutiblemente está causado por el ser humano. También es
indiscutible para la comunidad científica que el clima está cambiando y que el
ser humano es responsable y que, por tanto, tan solo acciones tomadas por
nosotros van a resolver el problema. La nación más evolucionada
tecnológicamente que ha habido nunca está retrocediendo y dejando de lado la
ciencia por razones religiosas. ¡La supervivencia de la raza humana! Tú, yo,
todos dependemos de esta guerra entre ciencia y religión. Tenemos que
resolverlo ahora o moriremos como raza, no hay asunto más grave en nuestro
tiempo. Debemos elegir entre el racionalismo, que es irónicamente el camino a
la salvación, o el misticismo, que lleva al Armagedón.
Veo
que tienes un lado científico muy fuerte, pero ¿eres religioso?
No, no lo soy. Respeto mucho a la gente religiosa
que se cuestiona las cosas con la mente abierta. Hay una metáfora en mi novela Wake (2009), que trata sobre una chica
ciega cuya mejor amiga es musulmana y dice sentir la presencia de Dios en su
vida. La chica ciega tiene que pensar sobre ello, sobre si cuando su amiga le
dice que puede ver las estrellas en el cielo, que ella nunca ha visto, ver el arco
iris, que ella nunca ha visto, que al final de la calle hay objetos verdosos,
cuando ella nunca sabrá qué es el color verde y no puede llegar al final de la
calle… ¿Se lo está inventando? ¿Está delirando? ¿Le está mintiendo o de verdad
tiene experiencias que ella no puede tener debido a un problema neuronal? La
segunda hipótesis es más probable. ¿Y sobre sus creencias religiosas? Su amiga
cree que ha sido tocada por alguien que no la ha tocado y no está programada
para experimentarlo. Ahí hay algo… No creo que Dios exista.
¿Qué
opinas sobre el más allá, la inmortalidad? Algo de lo que también hablas en tus
novelas.
No creo en el más allá. En mi opinión creer en el
más allá es la noción humana más perniciosa que hay. Mi hermano menor murió
hace 55 días. ¿Se ha ido completamente o su espíritu sigue existiendo en el
cielo, el infierno, el limbo u otro sitio? No. Se ha ido completamente. Los
procesos bioquímicos que eran Alan Sawyer dejaron de existir el mes pasado. Se
han roto los componentes químicos y se ha ido. Estoy absolutamente convencido
de ello y él lo hubiera estado también. También estoy convencido de que estamos
en una cúspide más allá de la del clima, que ya he mencionado. Mi generación, y
nací en los 1960, es la última generación que morirá de causas naturales o la
primera que vivirá un periodo extendido más allá de lo que nunca hemos
experimentado. He visto que aquí, en Avilés, están haciendo Hécuba, de Eurípides. Soy gran fan de la
tragedia griega. Mi autor favorito es Sófocles. ¿Cuántos años vivió Sófocles?
No
lo sé.
¡Noventa! Una edad aceptable hace 2400 años… Fue
excepcional, pero no un milagro. Hoy en día noventa años es una buena edad.
Alguna gente vive cien, quizás alguna gente en los montes Urales 110. Eso es
todo. Creo que alrededor de 115 es lo máximo que se ha documentado. Así que el
último miembro de mi generación morirá a los 115 años más o menos o empezaremos
a vivir más, seremos los primeros en vivir 120 años. Creo que es una realidad
tecnológica y va a pasar. No hay nada milagroso o sobrenatural en la muerte, es
un proceso bioquímico. Yo preferiría vivir más.
Religión “Creer
en el más allá es la noción humana más perniciosa que hay”
¿Por
qué?
En primer lugar porque disfruto de la vida. En
segundo lugar por motivos tales como comunicación con extraterrestres. El único
modo de comunicarse a través de miles de años luz es una vida más prolongada.
Si no, haces una pregunta pero cuando llega la respuesta será otra persona
quien la obtenga. Así que necesitamos vidas más longevas para ser parte de la
civilización cósmica.
Así
que necesitamos una vida más larga para debatir grandes cuestiones filosóficas…
Sí, porque todavía quedan tantas preguntas… como por
ejemplo si existe el libre albedrío o no. Es una pregunta interesante. O el
debate sobre el aborto y cuándo comienza la vida, algo sobre lo que estoy
escribiendo en mi última novela. Hemos estado debatiendo sin progresar mucho.
Una posible respuesta es que son asuntos que se tarda más décadas en resolver.
No ha habido filósofos que hayan pensado sobre ello durante más de un siglo, y
son preguntas que quizás necesitan 120 años de estudio y contemplación.
Simplemente reiniciamos y dejamos las preguntas a la nueva generación. Una vida
más larga es sin duda necesaria.
¿Por
qué escribes ciencia ficción en lugar de fantasía?
Aunque se tiende a meterlas en el mismo saco yo creo
que son antitéticas. La ciencia ficción trata sobre cosas plausibles que pueden
ocurrir. Siempre hay un modo de llegar desde nuestra realidad a una historia de
ciencia ficción. El modo normal es que el tiempo pase y ocurran grandes cambios
en nuestra tecnología y estructura social. Nunca hay un modo de pasar de
nuestra realidad al mundo de la fantasía. La fantasía trata sobre cosas que no
pueden pasar. Creo que la ciencia ficción es importante como literatura porque
habla sobre cosas que quizás ocurrirán en el futuro. Su trabajo no es predecir
el futuro sino presentar todas las opciones para que como especie podamos
decidir qué futuro queremos hacer realidad.
Fantasía “Un
mensaje con raíces en el mundo real es más importante que un cuento de hadas y
siempre lo será”
Quieres
decir que se puede utilizar para hacernos pensar…
Quiero decir que en fantasía derrotas a los orcos,
matas elfos, consigues el anillo y vuelves a La Comarca, pero no tiene nada que
ver con la vida real. Aunque a veces un escritor de fantasía de gran ambición
literaria puede encontrar un modo de decir algo interesante sobre la condición
humana a través de metáforas, el hecho de que la narrativa se sitúe en el medio
de lo imposible tiende a restar importancia a lo que se dice. Nadie dice que El Señor de los Anillos sea una obra
importante, es entretenida y está muy bien escrita, pero no es importante. Fahrenheit 451, traducido ¡Celsius 232!
[El nombre del festival en el marco del cual se lleva a cabo la entrevista] es
importante. Un mundo feliz, ciencia
ficción, es importante. Incluso La máquina del tiempo, de H. G. Wells, que trata sobre la estructura social
británica, es importante. Un mensaje con raíces en el mundo real siempre es más
importante que un cuento de hadas, y siempre lo será.
Has
estado enseñando ciencia ficción a escritores jóvenes. ¿Tenemos talento para años?
¿Vive la ciencia ficción un buen momento?
¡Sí que lo está! Hay escritores excepcionalmente buenos
ahora mismo, y la calidad de la prosa es mucho mayor de lo que solía ser.
Internet ha cambiado el mundo de forma maravillosa. Gracias a Internet tengo al
menos veinte personas, expertos y colegas, que leen mis manuscritos antes de
publicarlos. Los comentarios son inestimables. Algunos de ellos se centran en
el estilo o en los aspectos técnicos, otros en el comentario político de la
obra… la calidad de la obra aumenta mucho. La mejor ciencia ficción que se ha
escrito nunca se está escribiendo ahora mismo. Dentro de cincuenta años, en el
año 2063 yo tendré 103 años y espero todavía estar escribiendo. De hecho,
espero que sea la mejor ciencia ficción que he escrito nunca. Sin duda es buen
momento para ser escritor de ciencia ficción.
¿Por
qué ahora?
Porque nos estamos volviendo más y más cosmopolitas
y hay más países en los que se escribe ciencia ficción. La ciencia ficción fue
creada por un francés, Jules Verne, y un inglés, H. G. Wells, y más tarde llegó
a Estados Unidos. Hoy en día hay una gran tradición en España, Japón, China,
América Latina… Estamos viviendo la edad del Renacimiento de la ciencia
ficción.
Ciencia Ficción “La
mejor ciencia ficción que se ha escrito nunca se está escribiendo ahora mismo”
Especial entrevistas Festival Celsius 232 de Avilés 2013
- Entrevista con David Simon, creador de The Wire (inglés, castellano, catalán).
- Entrevista con Cristina Fallarás, periodista y escritora de A la Puta Calle (castellano, catalán).
- Entrevista con Christopher Priest, autor de El Truco Final (inglés, castellano, catalán).
- Entrevista con Elio Quiroga, cineasta y escritor de El Despertar (castellano, catalán).
- Entrevista con Ian Watson, creador de la historia de Inteligencia Artificial (inglés, castellano, catalán).
- Entrevista con David Monteagudo, escritor de Fin y Brañaganda (catalán).
- Entrevista con Steven Erikson, escritor de la saga Malaz: el Libro de los Caídos (inglés, castellano, catalán).
- Entrevista con Ana Campoy, escritora de la serie de libros Las Aventuras de Alfred & Agatha (castellano, catalán).
- Entrevista con Robert J. Sawyer, escritor de FlashForward (inglés, castellano, catalán).
- Entrevista con Carlos García Miranda, autor de Enlazados y guionista de Los Protegidos y El Internado (castellano, catalán).
- Entrevista con Joe Abercrombie, escritor de la trilogía La Primera Ley (inglés, castellano, catalán).
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