Steven Erikson. Foto de Adrià Guxens |
Traducción al castellano de Nua Watford
Publicar diez libros de los
gordos y de tanta calidad como los de la serie de Malaz: El Libro de los Caídos no es fácil. Pero publicar un volumen
al año es aún más difícil; una tarea titánica. Pues esta es el hito que ha
conseguido Steven Erikson, un escritor que es trekker hasta la médula y que asegura que no está compitiendo con
la saga de George R.R. Martin, aún con las coincidencias que pueda haber en la
temática y el público de los dos mundos. Adria’s News habla con Steven Erikson
en el Festival Celsius 232 de Avilés descubriendo que no tiene ninguna
intención de adaptar su obra para la gran pantalla: “Los libros son demasiado
grandes y hay demasiados personajes”. Una acritud hacia el séptimo arte que
puede tener origen en el pasado, ya que de joven no pudo pagarse los estudios
en cine en la Universidad de Cardiff, incluso cuando lo habían aceptado. Pero
de una cosa sí está seguro: “Si hubiera hecho cine, no habría Malaz”. Y tomando
esta balanza, los fans tienen claro qué prefieren.
Salgo corriendo del bar donde he
comido para llegar a tiempo a la entrevista con Steven Erikson, el célebre
autor de la serie fantástica de Malaz: El Libro de los Caídos.
Hemos quedado en cinco minutos delante de la carpa de actividades y no quiero
llegar tarde. Avilés es pequeño, pero no sería la primera vez que sus calles
laberínticas me jugaran una mala pasada. Afortunadamente, llego a tiempo para
oír como las campanas repican las cuatro de la tarde. Él aún no ha llegado.
Me siento en un banco y miro mi
reloj. Sólo han pasado cinco minutos. Sin tener demasiado más que hacer,
aprovecho para repasar mentalmente los temas que quiero tratar con él. No sé
cuanto tiempo me dará para hacer la entrevista, pero siempre es mejor tenerlo
todo en la cabeza. Por si acaso.
Pero los cinco minutos se
convierten en diez, en quince, en veinte, en treinta… y no sé si Steven se ha
olvidado de nuestra cita o bien si he sido yo que no le he entendido cuando
hemos concertado la hora. Al fin y al cabo, no estoy acostumbrado al acento
canadiense… Maldiciendo mi inglés, me levanto cuando sólo falta un cuarto de
hora para las cinco y, por curiosidades de la vida, veo Steven en la lejanía,
acercándose a mí. Está comiendo un Kit Kat. Cuando me ve, aparta el snack y se
acerca más deprisa. “Lo siento mucho. No recordaba que habíamos quedado.
¿Hacemos la entrevista?”, me dice. Definitivamente estoy entre la espada y la
pared porque en sólo diez minutos he quedado con otro escritor, Robert J.
Sawyer, y por mucho que me guste lo que escribe Steven, un compromiso es un
compromiso.
Visiblemente incómodos los dos,
intentamos encontrar una solución. A las seis empieza la conferencia de Sawyer,
así que me propone de hacer la entrevista a las cinco y media, justo antes.
Pienso un instante y accedo. Al fin y al cabo, es mejor entrevistarme con
Erikson durante veinte minutos que quedarme sin entrevista. Me señala un bar y
me dice que me estará esperando fuera.
Media hora después, esta vez sí,
y con la interesante entrevista de Robert J. Sawyer a mis espaldas, me siento
con Steven Erikson dispuesto a conocer quién se esconde tras esas gafas de
cristal oscuro que nunca ni cuando está disfrutando de una cerveza.
Naciste
en Toronto pero te mudaste al Reino Unido, ¿por qué?
He vivido en Reino Unido dos veces
pero ahora vivo en Canadá de nuevo. Respondiendo a tu pregunta, tuve dos
motivos: mi mujer es inglesa y yo estaba intentando publicar mi primera novela,
Los Jardines de la Luna, en Estados
Unidos, pero no lo conseguía. No tuve editor durante 18 meses y pensé que
quizás en Reino Unido tendría más suerte porque muchos editores en Estados
Unidos me dijeron que mis novelas eran demasiado complicadas. No les creí y todavía
no les creo, porque ahora mis novelas se venden bien en Estados Unidos, pero
los lectores británicos parecían más dispuestos a hacer frente a algo como lo
que yo escribía, así que nos mudamos a Reino Unido para encontrar agente y
editor.
Se
dice que tu serie es alta fantasía. ¿Qué te parece la etiqueta?
Yo no diría que lo que escribo es alta
fantasía. Tampoco sé si lo llamaría baja fantasía. Hmm…es fantasía épica. Me
inspiré en la Ilíada, ¿Cómo llamarías
a la Ilíada? ¿Fantasía alta o baja? Yo
diría que tiene elementos de las dos. Me gustó mucho crear una historia en la
que no existen el bien y el mal, donde hay una escala de grises, ambivalencia y
ambigüedad. ¿Es baja fantasía? No lo sé. Además, gran parte de la alta fantasía
está relacionada con la nobleza y la aristocracia, es bastante parecida a la
estructura social europea durante la Edad Media y lo puedes llamar alta
fantasía porque tiene que ver con príncipes y princesas, reinas y reyes, adalides
y todo lo demás. Mis novelas van más allá, desde dioses hasta ladrones
callejeros, así que hay elementos tanto de alta como de baja fantasía.
Has
creado este universo con tu amigo Ian C. Esslemont. ¿Cómo trabajáis para que no
se produzcan errores en la narración ni en la historia de vuestro común universo?
Estoy seguro de que cometemos errores
continuamente. Creamos este universo para poder jugar en él, como en un juego
de rol y dividimos las historias que teníamos entre los dos. Entonces él
utilizó algunos de los personajes que yo había dejado atrás y viceversa. Nos
hemos mantenido apartados del camino del otro, quizás ésta es la razón. Además
estamos en contacto continuamente y somos muy claros en lo referente a los
elementos que queremos seguir llevando adelante aunque al mismo tiempo las
cosas se van abriendo.
Objetivo
“El final de la saga era
como un imán que me empujaba hacia delante””
Tanto
Ian como tú escribís libros sobre el mismo mundo que no siguen un orden
estrictamente cronológico. ¿Qué orden recomendarías a un nuevo lector?
¡Uau! [Piensa]. Alguna gente
encuentra que mi primera novela, Los Jardines
de la Luna, es algo complicada, así que he recomendado a gente empezar por Las Puertas de la Casa de la Muerte,
la segunda novela, y parece que funciona. Por otro lado, la novela corta de
Ian, La Noche de los Cuchillos, es la primera cronológicamente; ocurre
entre mi prólogo de Los Jardines
de la Luna y el resto de la novela. Yo diría que se puede empezar por
cualquiera de ellas.
En
el 2000 dijiste que tu serie Malaz: El
Libro de los Caídos tendría un total de diez libros. Me sorprende que acabó
teniendo ni más ni menos que diez libros. ¿Cómo supiste desde el principio lo
larga que iba a ser?
Bueno, fue una decisión más o menos
arbitraria, pero quería un reto. Especialmente en una serie larga no quieres
aburrir al lector, no quieres que sea capaz de anticipar lo que va a pasar, así
que sorprender a los lectores a lo largo de diez libros ha sido un gran
desafío. Pero tienes razón, tenía escenas finales que tuvieron que esperar diez
u once años antes de que pudiera llegar a ellas. El final de la serie era como
un imán que me impulsaba hacia adelante.
Escribiste
casi un libro por año. ¿Fue difícil?
No lo sé. Veo escritores como
Robert J. Sawyer, o incluso Joe Abercrombie y me doy cuenta de que consiguieron
publicar sus libros a una edad mucho más temprana que yo. Tardé ocho años en
encontrar editor para Los Jardines de la
Luna. A veces estaba impaciente. Bueno, no impaciente, pero sentía la
necesidad de asegurarme de que iba a acabar la serie. Recuerdo una anécdota en
la que una mujer de 76 años estaba en una firma de libros de Robert Jordan [autor
de La Rueda del Tiempo] y cuando
llegó su turno le preguntó que cuándo iba a acabar la serie porque no quería
morir antes de ello. Me impactó mucho. Hay lectores que esperan, no solo a que
continúe la historia, sino a que ésta acabe. Lees toda la serie por una razón. El
escritor va a llegar a algún sitio y lleva al lector con él; entonces hemos
acabado. Para mí es un gran placer escribir. Siempre he escrito rápido, pero es
genial poder escribir un libro al año y no tener que preocuparse por nada más.
Fantasía
“Creo que es el único género
donde tu puedes hacer de una metáfora algo real”
Al
principio de Los Jardines de la Luna mencionas
una palabra que parece que te gusta mucho: “ambición”.
Si para mí algo no es un reto
tampoco lo será para el lector. Supongo que en algún momento decidí que la
escritura activa me recompensa porque supone un desafío. La escritura pasiva,
por el contrario, es familiar y cómoda; algo que casi puedo escribir mientras
duermo. Lo que quiero es ese desafío a todas horas. Supongo que esta es una de
las razones de mi ambición. Si lo vas a hacer lánzate y crea un mundo y una
historia a la que la gente pueda volver una y otra vez. Muchos de mis fans
dicen que la segunda y tercera vez que leen las novelas las disfrutan, si cabe,
más que la primera vez. Así que la ambición ha hecho algo por los libros,
supongo que ha añadido profundidad y resonancia.
¿Crees
que alguna vez escribirás una serie tan grande como ésta?
No. Cuando acabé el último libro
estaba en un estado psicológico raro. Durante diez o quince años viví la serie
y el mundo que había creado. Cuando acabé sentí que si hubiera salido a la
calle y me hubiera atropellado un autobús, hubiera muerto satisfecho. De algún
modo es alarmante. Sientes que has hecho lo que te propusiste y es tu legado,
para bien o para mal, pero eres tú el que lo ha creado. Tardé mucho en
recuperar energías y volver a sentarme a escribir. Con la serie sentía que
había hecho todo lo que podía; ya estaba fuera de mis manos.
¿Cómo
te ha influenciado tu formación académica como arqueólogo y antropólogo a la
hora de escribir?
Me interesaba la creación y caída
de civilizaciones porque era arqueólogo y supongo que también me interesaba cómo
las civilizaciones van en ciclos y estudiar qué sobrevive. Por ejemplo, vi
muchos elementos rurales viniendo en tren desde Madrid. Me di cuenta de que
aunque el Imperio Romano tuvo una gran presencia en Reino Unido, allí
prácticamente no ha sobrevivido la arquitectura, pero el estilo arquitectónico
en España es fundamentalmente romano. No solo los monumentos arqueológicos,
sino también el estilo es persistente más allá de la civilización romana y
ahora es emblemático aquí. Pues me encanta darme cuenta de este tipo de cosas.
George
R.R. Martin “Si
hubiera creído que había algún tipo de rivalidad o competición entre nosotros,
he perdido por bastante”
¿Por
qué prefieres la fantasía a la ciencia ficción?
Creo que es el único género que te
permite tomar una metáfora y hacerla real; mientras que en cualquier otra
instancia es llevarlo un poco demasiado lejos, incluso en ciencia ficción. Con
el género fantástico si quieres puedes hacer cualquier metáfora real con seres
vivos, lo que permite hacer comentarios sobre la condición humana y nuestra
realidad con más libertad que de cualquier otro modo.
¿En
qué proyectos estás trabajando actualmente?
Empecé una trilogía de la que ha
salido el primer libro, Forge of Darkness,
que cronológicamente se sitúa cientos de años antes a la serie de Malaz. Además,
estoy a medias de una novela, pero me di cuenta de que necesito un descanso,
estaba muy cansado. Pero el descanso que me tomé fue para escribir una novelita
de 75.000 palabras. Es una novela que parte de Star-Trek que se llama Willful Child y que será mi próximo
libro, que creo que saldrá a principios de año. Fue muy divertido cambiar
completamente de voz y estilo para escribir una comedia excesiva, básicamente.
He sido fan de Star-Trek durante muchos años, es uno de mis universos
favoritos… Así que no importó que tomase algunas citas; todo de buena fe, por
supuesto. Ahora tengo el segundo libro por acabar y creo que le diré a mis
agentes y editores que necesito tomarme un descanso durante un año. Quiero
recargarme para asegurarme de estar al cien por cien en el tercer libro.
En
la sobrecubierta de tu libro Forge of
Darkness hay un comentario que dice que el libro les interesará a los fans
de George R.R. Martin “por sus personajes e intriga, pero que va mucho más allá
en lo que concierne a la imaginación”. Esto ha creado controversia entre los
fans de Martin.
Nunca lo he entendido. Antes de
nada, si creyera que hay competición o rivalidad entre Martin y yo, he perdido
a lo grande, así que en ese aspecto no hay competición, pero desde el principio
supe que los fans han creado dos comunidades, aunque George y yo nunca hemos
pensado de ese modo. Hablamos hace unos años, al principio de la serie, y ambos
sabemos que empezamos en este mundo como fans antes de ser escritores, y
sabemos que los lectores del género fantástico lo leen todo, que son lectores
voraces. También es interesante la coincidencia de que Los Jardines de la Luna, mi primera novela, y Juego de Tronos salieran al mismo tiempo. Independientemente, ambos
tuvimos la noción de que debíamos matar personajes. Fue 100% coincidencia.
Ambición
“Escribir algo que es
familiar y cómodo es algo que casi puedo hacer durmiendo”
Utilizas
un pseudónimo. ¿Por qué?
No fue mi elección. Por aquel
entonces publicaba ficción contemporánea con mi nombre y cuando los editores en
Reino Unido vieron que iba a publicar una novela de fantasía llamaron a mi
agente y le dijeron que tenía que encontrar un pseudónimo.
¿Por qué Erikson, entonces?
Es el apellido de soltera de
mi madre. Entonces, cuando el libro se hizo más y más popular y firmé un
contrato de nueve años, mis primeros editores volvieron y dijeron que habían
cambiado de opinión y que querían publicarme, pero ya era demasiado tarde.
Siendo
de Canadá, ¿qué te parece el debate sobre la independencia de Quebec?
Muy buena pregunta. Nunca me lo
habían preguntado antes. Supongo que en el sentido práctico sería muy difícil
que Quebec se volviera independiente, y creo que es aplicable a la mayoría de
las regiones y provincias que tienen su propia identidad cultural y se han
visto sometidas en un país más grande. Económicamente es extremadamente
difícil, pero admiro lo que ha hecho Quebec en lo referente a su cultura, el
apoyo a las artes y la lengua francesa. Es extraordinario y sería genial que le
resto de Canadá se involucrase tanto. Admiro su esfuerzo por mantener su
identidad cultural de un modo positivo a través de las artes. Para mí esa es la
dirección correcta.
Cualidad
“Si no me desafío a mi
mismo, el lector no tendrá ningún reto”
Especial entrevistas Festival Celsius 232 de Avilés 2013
- Entrevista con David Simon, creador de The Wire (inglés, castellano, catalán).
- Entrevista con Cristina Fallarás, periodista y escritora de A la Puta Calle (castellano, catalán).
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- Entrevista con Joe Abercrombie, escritor de la trilogía La Primera Ley (inglés, castellano, catalán).
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