diumenge, 17 d’agost del 2014

Neil Gaiman: “En los campos de refugiados descubrí que cada cara escondía una historia de terror”


                                                                                          Foto: Adrià Guxens

Puede leer la entrevista en inglés (V.O.) aquí.
Traducción de Adrià Guxens.

Neil Gaiman (Portchester, Inglaterra, 1960) es, probablemente, uno de los escritores de fantasía más importantes del panorama actual. Los premios más prestigiosos de la literatura de género (Hugo, Bram Stoker, Nebula, y un largo etcétera) lo avalan. Totalmente influido por la obra de Lewis Carrol y, especialmente, por su Alicia en el País de las Maravillas, Gaiman ha centrado su carrera en la ficción, pero no descarta escribir en un futuro algo ambientado en la China actual. Sin embargo, Neil Gaiman no es únicamente escritor; también ha desarrollado guiones originales para cine, como el de La Máscara de Cristal, y hasta ha escrito dos episodios de la mítica serie Doctor Who, aunque su primer contacto profesional con el cine fue en 1997, cuando tradujo los diálogos de La Princesa Mononoke (Hayao Miyazaki, 1997) al inglés. Su relación con el celuloide no ha hecho más que crecer, ya que dos de sus libros más famosos, Stardust y Coraline, vieron la luz de la gran pantalla la pasada década y ahora, otras de sus obras, como El Libro del cementerio o American Gods, están a punto de ser adaptadas, también. Adria’s News toma un té con Neil Gaiman aprovechando su visita a Barcelona el pasado mes de mayo.

Son las 4:15 de la tarde, lo que quiere decir que en menos de una hora Neil Gaiman estará firmando autógrafos a los centenares de fans que han llegado a Barcelona desde todas partes del país. Algo completamente normal, a mi parecer, pues no cada día uno puede decir que ha conseguido la rúbrica de un número uno de la literatura.
Hemos quedado en la cafetería del Hotel Pulitzer, justo en el centro de Barcelona y Neil Gaiman no tarda en aparecer, con el cabello ligeramente alborotado y un chaquetón negro; es decir, con su look habitual. Me cuenta que ha llegado esa misma mañana de una gira por los países escandinavos, aunque afortunadamente ha podido dormir en el avión. Aún así, pide un té, y nos acomodamos en uno de los sofás, en los que se desarrolla esta distendida entrevista en la que hablamos durante media hora sobre su obra, su relación con el cine y la televisión y sus proyectos venideros.
El encuentro acaba con un autógrafo, pues también yo soy lector de Neil Gaiman. No quiero saturarlo, por lo que, por deferencia, sólo le alargo una de sus novelas: El libro del cementerio.  Él me lo dedica con una sonrisa, y hasta dibuja una pequeña ilustración junto al autógrafo, que ha firmado con un bolígrafo de un color singular. Entre granate y morado. “Siempre firmo mis libros con éste porque así puedes probar que tienes un original”.

El Neil Gaiman de Los Simpson.

Hace unos años la Revista Forbes le describía como “el autor de best sellers del que no has oído a hablar nunca”. Me imagino que esto ya queda un poco anticuado después de aparecer incluso en Los Simpson...
[Ríe] Es cierto, aunque imagino que mucha gente que ve Los Simpson aún no tiene ni idea de quién soy. Pero salir en este show fue fantástico y no sólo fui un cameo, sino que mi personaje fue muy importante en el capítulo, además de acabar siendo el malo...
La televisión es un medio que conoce bien. Es curioso que ha pasado de ser algo que las estrellas de Hollywood rehusaban a convertirse en un vehículo con grandes series de éxito en las que muchos quieren aparecer...
Pues sí. Antes el estatus de las estrellas dependía del número de películas que hacían. Por esto querían estar disponibles para rodar al menos dos o tres películas al año. En la actualidad, si dices que sólo eres actor de cine puede que tardes cinco años sin hacer ninguna película, ya que el cine es un proceso lento, y cada vez hay menos películas y son más difíciles de hacer. Así que si los actores quieren trabajar y recibir un cheque tendrán que mirar hacia la televisión. Aunque esto es diferente en Inglaterra, donde la industria es mucho más pequeña y los actores simplemente actúan, independientemente del vehículo, ya sea este cine, televisión, teatro o lo que sea.
George R.R. Martin me contó que, para él, la HBO es el Tiffany's de la televisión. De hecho, una de tus novelas más famosas, American Gods, iba a ser adaptada a la pequeña pantalla por esta cadena, aunque al final se desentendió. ¿Qué pasó?
Lo que sucedió es que los ejecutivos a los que encargaron American Gods abandonaron la HBO y la gente que quedó dijo: “¿Pero esto qué es?” No quisieron hacerlo, así que recuperamos los derechos. Fue entonces cuando FremantleMedia los compró. La única cosa que me entristeció fue que no pudimos mantener a Tom Hanks como productor porque él tiene un contracto exclusivo con la HBO. Eso sí fue frustrante.
¿En qué estado se encuentra el proyecto?
Pues aún estoy negociando con el show runner, aunque sé que  están pasando varias cosas en el trasfondo que llevan a creer que la serie se llevará a cabo. Pero la experiencia me hace ser cínico y siempre prefiero pensar que las cosas no pasarán. Si cada cosa que tengo en marcha sucediera se estrenarían cuatro películas y nueve series de televisión el año que viene y me volvería loco. Así que no me importa que las cosas queden un poco en el aire. Stardust pasó y Coraline pasó. Esta tardó nueve años pero al final valió la pena. Así que no estoy en ningún aprieto; prefiero esperar y tener algo que valga la pena al final.

Televisión “Creo que no miro nada que estén emitiendo actualmente”

American Gods habla del choque entre los antiguos dioses y costumbres con la cultura de la celebridad y la dependencia con la nueva tecnología. ¿Como británico que vive en Estados Unidos, es tu libro una crítica a la renuncia de los americanos a sus orígenes en pos de convertirse en una masa homogénea?
Sí. Este fue, sin lugar a dudas, uno de los pilares de la novela. Siempre me ha fascinado la diferencia entre Canadá y los Estados Unidos. Canadá no utiliza la analogía americana del crisol de culturas, sino la de un mosaico con pequeñas parcelas en las que cada uno puede mantener sus propias tradiciones. En Estados Unidos esto no pasa, porque hay la idea de que si tú eres español, mejor que dejes de serlo y te conviertas en americano.
Has escrito dos capítulos de Doctor Who. Colaborar con esta mítica serie es casi una obligación por un escritor británico como tú?
No lo sé. Creo que a muchos escritores ingleses les gustaría participar en esta saga y a mí también me gustaría volver y escribir más para ellos, sólo necesito más tiempo...
También te has puesto detrás de las cámaras y has dirigido dos cortometrajes (A Short Film About John Bolton y Statuesque). ¿Tienes pensado, también, dirigir algún largometraje?
No, sólo que cuando sólo soy guionista en una película, a veces, quedo un poco frustrado porque pierdo el poder de decir “porque yo lo digo” y tienes que confiar que a tú director le gustas, te hace caso y entiende lo que haces. En The Doctor's Wife, uno de mis dos episodios de Doctor Who, tuve mucha suerte y el director lo cogió. Con Nightmare in Silver, mi otro episodio, hubo momentos donde encontraba escenas reescritas por el departamento artístico… Ahí es donde empiezas a querer tener el poder de decir “esto es así porque lo digo yo”. Y eso fue lo divertido de Statuesque: que tenía una idea en la cabeza e hice la película.
Así que no te cierras a volver a dirigir en un futuro...
Pues no. Hay una historia corta que escribí que se llama The Truth is a Cave in the Black Mountains que me encantaría dirigir, sencillamente, porque no quiero a nadie más lo haga. Esta es la razón por la que también escribiría el guión. Todo gira en torno a tener el control.

Proyectos “Si cada cosa que tengo en marcha sucediera, me volvería loco”

Coraline.

¿Qué series miras?
Creo que no miro nada que estén emitiendo actualmente. De hecho, esa es una de las cosas que más me gusta de la televisión actual: que puedo esperar hasta que algo acabe para verlo luego de un tirón. Por ejemplo, justo antes de Navidad empecé a ver Breaking Bad con Amanda [Palmer, su mujer] y ya estamos en la mitad de la quinta temporada. Cuando terminemos tendremos que negociar cual será la siguiente serie que veremos y es divertido hacerlo de esta manera porque te da tiempo a oír las valoraciones que hace la gente, evitando los spoilers, esto sí, por lo que elegimos en función del interés que nos despierte cada una. En mi caso, estoy muy interesado por Hannibal, por ejemplo. También oigo cosas muy buenas de True Detective, así que mi actitud es de: “¡Qué bien! Definitivamente lo veré. Ya me avisarás cuando acabe”.
Ron Howard dirigirá El Libro del cementerio. ¿Estás contento?
Sí, aunque el escritor que tuvieron en primer lugar se desentendió y están buscando a otro guionista, que no sé quien será, aún. Si hubieran tenido el texto listo cuando tocaba, seguramente ésta hubiera sido la película de Ron Howard para este verano. Ahora creo que quieren que sea la película de Ron Howard para el verano siguiente.
Y The Sandman también está en marcha...
Sí, lo está, con Joseph Gordon-Levitt produciendo. Sé que él y David S. Goyer (guionista de Blade, la Trilogía de El Caballero Oscuro y Godzilla) hablaron de la historia con Jack Thorne, que es el maravilloso escritor que se encargó de el guión de El océano al final del camino para Joe Wright (director de Orgullo y Prejuicio, Expiación y Anna Karenina). Pues sé que han contratado a Jack Thorne para escribir el guión de The Sandman, así que sólo puedo desear suerte a todo el mundo.
Es curioso que no has firmado el guión de ninguna de las adaptaciones de tus libros, aunque sí que has escrito guiones originales y adaptado la obra de terceros...
Bueno, no escribo los guiones de mis libros porque siento que ya lo he hecho. Y pienso que si ya he escrito algo de lo que me siento orgulloso, mejor ir a por otra cosa. También me gusta trabajar en algo de otra persona. De hecho, estoy escribiendo el guión de la novela Gormenghast, de Mervyn Peake. A ver como me va...

Prisma “La mitología es una magnífica manera de ver el mundo”

Y también trabajaste en The Fermata, un proyecto que tiene que dirigir Robert Zemeckis.
¡Sí! The Fermata fue una gozada.
¿Está acabado?
Pues no lo sé. Es decir, yo ya escribí el guión. De hecho, hice muchos borradores y la última cosa que sé es que Robert Zemeckis me dijo que me llamaría cuando estuviera listo para rodar. Lo que pasa es que ha estado haciendo otras películas... Así que estoy esperando a que un día de estos suene mi teléfono y sea Bob diciendo: “Todo listo. Hacemos The Fermata”.
¿Te gustaría ver alguna otra adaptación de tus libros?
Sí, siempre que encuentre el medio correcto. Y parece que Anansi Boys se convertirá probablemente en una serie de televisión o mini-serie, lo que me parece genial, ya que creo que hubiera sido muy difícil reducirlo todo a una película. También sé que John Cameron Mitchell (director de Hedwig and the Angry Inch y Rabbit Hole, estrenada en DVD como Los Secretos del Corazón) adaptará mi historia corta How to Talk to Girls at Parties y tengo muchas ganas de verlo.
Una vez dijiste que estarías interesado a escribir sobre la historia del héroe sumerio Gilgamesh. ¿Aún te rueda por la cabeza?
Totalmente, pero para esto alguien tiene que querer ponerse tras la cámara y dirigir. Este es el gran problema, aunque me gustaría volver a trabajar con Roger Avary (con quien escribió el guión de Beowulf). Es un genio.
También hiciste las traducciones de los diálogos de La Princesa Mononoke al inglés...
Sí, lo hice. La gente suele olvidarlo.
Pues ahora Miyazaki se ha retirado...
Bueno, si te digo la verdad, nunca me creo a Miyazaki cuando dice que se retira. Qué es ésta, ¿la tercera vez? ¿La cuarta? Me creeré que Miyazaki se retira cuando lea su obituario y no antes, porque estoy seguro que si tiene una idea para una película la hará. Studio Ghibli aún está allí, listo para producir cualquier cosa que él quiera llevar a cabo [en el momento de la entrevista el estudio estaba abierto, aunque ahora ha anunciado que descansará una temporada para replantear su futuro].

Miyazaki “Me creeré que Miyazaki se retira cuando lea su obituario”

La Princesa Mononoke.

¿Crees que Occidente ha reconocido suficientemente la obra de Miyazaki?
No lo creo. Pienso que cuesta mucho ponerlo en contexto. Si dices es el Walt Disney japonés, no tiene sentido. Si dices que es el Kurosawa de la animación, no tiene sentido. Él es Hayao Miyazaki, no se puede comparar con nadie. Y creo que en su mejor estado es uno de los mejores directores de cine actuales. Hay momentos en la La Princesa Mononoke que son flipantes y momentos en El Viaje de Chihiro que son absolutamente fantásticos.
Son películas que tienen muchas lecturas...
Eso es algo que me fascinó cuando estaba trabajando en La Princesa Mononoke. En aquel momento pude preguntarles cosas y me dijeron que tenía que entender que todo era circular. Me hablaban de los campos de arroz, del río, de la Ciudad de Hierro… Y yo les decía constantemente: “Pues no lo sabía... ¿Hay algún modo de ponerlo en el guión?”. Y ellos me decían: “No. No lo creo...”
La Princesa Mononoke presenta muchos elementos mitológicos, un aspecto transversal en toda tu obra...
Cierto, pero es que para mí la mitología es una de las cosas más grandes de la vida. Es una manera de ver el mundo. Una magnífica manera de ver el mundo.
Otro elemento recurrente en tus libros son los niños. Pero no los niños cualquiera. En muchas ocasiones son huérfanos. ¿Por qué?
Pienso que si quieres explicar una historia sobre un chico activo tienes que matar sus padres o hacerlos desaparecer rápidamente. Los padres y la familia te limitan, así que es mucho más interesante matar a los padres de Harry Potter o los de James en James y el Melocotón Gigante. Es mejor así porque es cuando pasas de niño a adulto. Es decir, sigues siendo pequeño, pero eres libre.

Universidad “Cuando sabes por qué estás aquí, más educación es más frustración”

Tus historias no pasan en mundos fantásticos, sino en un mundo real que de algún modo entra en contacto con otra realidad ficticia. Algo parecido a lo que pasa en Alicia en el País de las Maravillas, ¡pero es que en Coraline hasta aparece un gato!
Sí, definitivamente Alicia en el País de las Maravillas es una clara fuente de inspiración para mí. Y la conversación entre el gato y Coraline, en la que discuten sobre el hecho que los gatos no necesitan tener nombre alguno es un homenaje directo a Lewis Carroll.
¿Es ésta una conexión que se limita sólo a Coraline?
¡No, para nada! Alicia en el País de las Maravillas es muy importante en El océano al final del camino.
Henry Selick fue el director de Coraline, aunque quizás su película más conocida es Pesadilla antes de Navidad, un film producido por Tim Burton. Te has planteado nunca pedir a Burton que adapte alguna de tus obras, vistas la similitudes entre tu imaginario y el suyo?
[Piensa] No diría que no si él quisiera siempre que tuviera un buen guionista. Pero tengo la impresión que Tim Burton nunca está interesado en contar historias, sino que prefiere centrarse en sus mundos fantásticos. Ha hecho algunas películas buenas, como la magnífica Ed Wood. Pero Ed Wood es la misma película todo el rato. De hecho, muchas de las películas de Tim Burton renacen cada 15 minutos y tienes que recordar de dónde viene todo constantemente. “¿Por qué se están escapando? Ah, sí, era eso...”. Y tiene películas que me encantan y otras que me dejan completamente frío.

Pudor “La ficción me parece más honesta que el periodismo porque advierto que os voy a mentir y os miento”

La Máscara de Cristal.


Con 30 años colaboraste con uno de los más grandes escritores de fantasía: Terry Pratchett. Con él co-escribiste Buenos presagios. ¿Cómo fue esta colaboración?
Estás cometiendo un grave error aquí.
¿Cuál?
Estás asumiendo que Terry Pratchett ya era uno de los más grandes escritores de fantasía en 1998. La verdad es que sólo había escrito cuatro o cinco novelas por aquel entonces y aún no era un autor de best sellers. De hecho, Buenos Presagios era su primer libro que subastaba y no fue demasiado bien. Esto por un lado, aunque desde un punto de vista técnico, Terry era el mejor, y fue como ser el ayudante de Michelangelo o Gaudí. Pero repito que desde un punto de vista comercial, él no era Terry Pratchett y yo no era Neil Gaiman.
Una vez dijiste que cualquiera de tus libros podría tener una secuela excepto El océano al final del camino. ¿Aún piensas lo mismo?
Sí. Siempre me planteo escribir secuelas. El problema es que si tengo que decidir entre un libro que sé como escribir y que la gente y mis editores querrán y algo que no tengo ni idea de qué irá o de si gustará o no, siempre escogeré esto último porque es mucho más interesante. Aunque si escribiera un American Gods 2 y un American Gods 3; un Neverwhere 2 y un Neverwhere 3; un Stardust 2 y un Stardust 3, especialmente después de la película, sería mucho más rico.
Recientemente has visitado campos de refugiados en el Oriente Medio. ¿Te planteas aparcar la fantasía momentáneamente para escribir algo sobre nuestra dura realidad?
Pues la verdad es que sí. A veces lo pienso y puede que pase algún día. He pasado algún tiempo en la China y quizás escriba una novela ambientada en ella. Y en los campos de refugiados descubrí que  cada cara escondía una historia de terror.

Tramas “Si quieres explicar una historia sobre un chico activo tienes que matar a sus padres”

También fuiste periodista en tus inicios, pero lo dejaste porque “publicaban demasiadas mentiras”. ¿El periodismo está yendo a mejor o a peor?
Creo que es lo mismo que antes. El gran problema del periodismo para mí, al menos en la prensa, es que las historias no nacen de alguien que sale a buscar una historia, sino que provienen de una decisión editorial, donde unos hombres están sentados y dicen: “Tú, ve allí y escribe sobre esto”. Para mí esto es un poco raro y la ficción me parece más honesta porque os advierto que os voy a mentir y os miento.
Tampoco has estudiado en la universidad, pero ahora eres profesor universitario...
Sí, soy profesor de arte en la Bard University de Nueva York y estoy orgulloso que pueda ejercer y que me nombraran doctor honorario, aunque no pienso nunca: “¡Ojalá hubiera ido a la universidad, ya que hubiera sido mejor escritor!”. Cuando rodamos Stardust recuerdo a Matthew Vaughn (director y co-guionista), Jane Goldman (co-guionista) y yo mismo sentados en una habitación y él contaba que de joven quería dirigir películas, y empezó a trabajar en la industria, y Jane Goldman quería escribir, y a los 16 empezó a colaborar en distintos periódicos. Creo que cuando sabes por qué estás aquí, a veces más educación es más frustración.
En La Máscara de Cristal Helena busca un libro útil y acaba encontrando el Libro Muy Útil. ¿Cuál es tu libro muy útil?
[Ríe] ¡Me encantaría un libro tan útil como el Libro Muy Útil! Sería genial tener un libro que cuando lo abrieras te dijera exactamente aquel consejo que necesitas oír en aquel momento... Pero a veces creo que el Twitter puede ser mi Libro Muy Útil, aunque también pienso que puede ser mi Libro Menos Útil, y nunca lo sabes. Él te puede dar lo que estás buscando, pero al mismo tiempo te estará dando miles de cosas que no necesitas para nada.

Futuro “Siempre me planteo escribir secuelas”


Adrià Guxens entrevistando a Neil Gaiman in Barcelona.

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